Leer cuentos y novelas

Leer cuentos y novelas.

Es curioso cómo al contar los acontecimientos según se van presentando como sucede en la actualidad (con los videos en las redes sociales y los noticieros audiovisuales) no se logra claridad y menos se puede aprovechar lo suficiente de los mismos acontecimientos… porque se depende demasiado de lo que el observador y narrador considera interesante o de su misma capacidad de evaluación y no de la importancia del evento mismo para la sociedad o grupo de personas a quien el acontecimiento afecta… tanto de si mismo, de las causas del evento y la importancia de los que va a resultar del mismo… porque es muy fácil perder la objetividad de lo que la sociedad en general ha de recibir de tal o cual experiencia…

Esto lo empece a escribir un Domingo al pasear en el Bazar del Monu en la plaza a Benito Juárez en el centro de Ciudad Juárez… y lo interrumpí porque se desocupo una mesa para poder almorzar Menudo… y lo terminé dos semanas después.

En este momento ando de paseo, y cómo me gusta leer me detuve en un puesto de venta de libros usados… y también nuevos… y me llamo la atención que varias de las novelas corresponden a lo que en mi infancia leí y disfruté en versiones condensadas e ilustradas… comúnmente llamados “cuentos infantiles” como es el caso de “la isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson, “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe y «Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift (por cierto se dice que en esta novela se mencionan las dos lunas del planeta Marte antes de que oficialmente fueran descubiertas con el perfeccionamiento del telescopio).

Recuerdo que cuando vi por primera vez la historia de “Robinson Crusoe” pensaba que era un hecho histórico y se reforzó porque la primera vez que la vi fue en forma de película… donde por cierto había variaciones con la segunda versión que vi de la historia… y en verdad desconozco cómo estaría originalmente como cuento, pues no lo que vi como cuento… a pesar de saber de su existencia.

No sabía que había un grupo de cuentos considerados clásicos mientras crecía… pues iba leyendo lo que encontraba (y me prestaban) familiares y vecinos… y más o menos en 2004 encontré una compilación de los cuentos publicados por los hermanos Grimm… pero me pareció interesante el análisis de lo que se lograba enseñando esos cuentos a los niños… pero en forma de cuentos narrados por los padres a sus hijos… porque contenían consejos, recomendaciones, y hablaba de valores que se esperaba que los niños cultivaran al aprender con los cuentos… y también mostraba los castigos posibles para los que se portaban mal…

Y recuerdo que mencionaba que de acuerdo a las regiones o zonas… o quizás el énfasis estaba en que para los mismos cuentos podían existir diferentes finales, tanto en cuanto actas recompensas como a los castigos… esto posiblemente por el tipo de enseñanza que se deseaba resaltar con las historias de acuerdo a las vivencias de la población.

Y en otra introducción más reciente al mismo libro decía qué al hacer una historia visual con la información igual para todos se estaba desvirtuando el concepto de “aprendizaje de valores” a los niños… primero porque al ponerse visual se disminuye su capacidad de imaginación y de creatividad… y evita que se les pueda preguntar o pedir opiniones respecto a las vivencias que muchas veces ellos mismos no tienen, porque no siempre son situaciones parecidas… lo que era enseñanza se reduce a un cuento muchas veces sin importancia…

Aquí puedes encontrar muy buenos libros cada Domingo…

Y eso está pasando en la actualidad con la idea de estar todos sintiéndose responsables de documentar e informar (visualmente) a los demás los acontecimientos en los que no participan… evidenciando muchas veces la falta de interés por los participantes de encontrar soluciones… pero muchas veces al repetir lo que otro cree que es importante terminamos desinformando… y confundiendo a aquellos interesados…

La idea de tener toda la información más “a tiempo” está provocando que tengamos mucha información que no es valiosa porque no está verificada, y muchas veces tampoco es objetiva de acuerdo al evento mismo…

Nos faltaría tomar un tiempo razonable de análisis que complemente lo que se ha observado y descubierto.

  • ¿Porque querríamos todo más rápido?
  • ¿Nos interesa más el reconocimiento por participar que por dar un buen resultado con esa participación?
  • ¿Cuántas veces será necesario verificar lo que los otros toman como cierto y nos lo presentan?
  • ¿Cuánto mas es necesario aprender para lograr esa verificación?

He encontrado diferentes libros que al principio resultan desacreditados por poner muchas verificaciones basadas en investigaciones que los detractores no conocían y no están dispuestos a confirmar y que podrían destruir sus creencias… y todo esto lo menciono porque no nos gusta investigar o aprender cosas nuevas… y peor cosas que pongan en duda nuestras creencias…

Recuerdo que hace unos días un amigo me decía que él cree que «las personas que no piensan son más felices…», lo cual me conecto con una frase de la película Matrix hecha por un personaje que resultó traidor: “la ignorancia es una delicia”… el no saber (y tambien ignorar) qué hay otras cosas nos permite disfrutar los placeres que creemos lo máximo que se puede conseguir con privilegios… porque la frase no incluye lo que la escena resalta… el está siendo “convencido” de que por traicionar a sus amigos porque entre ellos él ya no cree que pueda avanzar o ser líder… o tener un mejor puesto… solo se ve siguiendo ordenes y eso ya lo hacia «dentro de la Matrix»…aunque puede ser lo máximo en lo que “si ha soñado que lo puede lograr y se esfuerza”… pero no va a suceder como por el movimiento de una varita mágica y sin sacrificios…

Curiosamente podemos llamar Matrix, al modelo mental que tenemos dela realidad en que vivimos… y ese modelo mental se consolida con los primeros siete años de vida… y como en ese periodo no juzgamos si lo aprendido es bueno o malo… es tomado como verdadero y por consiguiente va a ser difícil de cambiarse…

Recuerdo una historia de uno de mis tíos, que decía que una niña de 4 años (una de sus nietas) parecía entender muy bien lo que pasaba… pues después (o como parte) de una conversación sobre «las cosas que suceden en el mundo» y al preguntar «¿pero porque sucede eso?» la niña opino como si estuviera participando en la conversación diciendo «el que no transa no avanza»… y esa era precisamente lo que había pasado y sobre lo que se conversaba, alguien había «transado y había avanzado». Y su sorpresa era de que el mundo realmente esta tan mal, al grado de que hasta una niña de 4 años es capaz de entenderlo… Curiosamente para la niña que no esta usando un juicio es algo normal… y lo será también cuando crezca…

Estamos reemplazando el aprendizaje de valores por caminos (muy muy) rápidos… y por eso me gustaría invitarte a leer, y si estás novelas te parecen muy largas, pues existen versiones condensadas y también versiones con dibujos animados…

Leer nos permite ver la realidad que vivimos desde la opinión de otras personas (los autores de los libros) y no siempre ha de coincidir con nuestra versión del mundo, pero en ocasiones complementan lo que nosotros pensamos que es posible…

Leer un cuento o una novela nos permite ver una idea terminada de principio a fin… y aunque muchas veces nos «hacer interactuar» con lo que ahí encontramos… esta interacción aunque este provocada por el autor solo sucede si nos lo permitimos.

El periódico mismo puede presentarnos ideas completas, con todo y que en la actualidad se esta descubriendo que muchas noticias no son objetivas, pues parecen depender de ciertos intereses que «Compraron esos medios de noticias» y los están convirtiendo en agencias de publicidad para sus ideas… como esa idea de los Revisores de factibilidad en algunas redes sociales… que evalúan noticias y opiniones…

¿Puede una opinión ser mala cuando expresa lo que resulta de la propia experimentación?

Y también de invito a que vivas con más calma para que logres conectar con el momento presente… con ese regalo de estar en el aquí y el ahora…

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Luis Carlos Barrientos Robles.

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