Algunas Preguntas 2003

¿Cómo empiezan mis aventuras?

 A veces escribía para recordar las reflexiones que iba haciendo. Tiempo atrás en un libro de nombre «paginas de la vida» (leído alrededor de 1984), donde había lecturas cortas de reflexión, con varias me identifique…  y cuando termine mi especialidad (1991) empecé a coleccionar algunas frases que me impulsaban… Cuando empecé a leer con más tiempo y con un objetivo que eran los ovnis… me fui encontrando con «datos opuestos», «datos de los que nadie más parecía buscar» y también empezaba a guardar algunas de mis reflexiones, no solo en cuadernos, hay varios archivos desde 1999… estas líneas de 2003 contiene varias preguntas, algunas a la fecha (2020) aun no tienen datos como para convertirse en respuestas…

 Las mismas causas no siempre han de provocar los mismos efectos, pues el que le sucedan a alguien en cualquier lugar provoca que a la siguiente vez, por muy alejado y desconocido el otro ser a quien le suceda… el contexto ya llevara una solución (acierto/fracaso) en la esencia de la vida.

¿Cómo es que las circunstancias me llevan a seguir tratando y enalteciendo el contexto ovni y ahí donde solo parece haber suspenso, «salta la liebre del Dato» (frase creo que de JJ Benítez), de la ansiedad, del desequilibrio y de la armonía al mismo tiempo?

Es como si el mismo saber de las cosas nos nublara el entender. Como ese espejo nublado («espejo humeante» de quien habla Miguel Ruiz en su libro «los cuatro acuerdos») que representamos, nos podemos reflejar en los demás pero no nos vemos como somos, sino como producto de la distorsión causada por las impurezas del pensamiento (aprendido desde el nacimiento) de ellos sobre nosotros (también con impurezas del pensamiento), que multiplicada por nuestra ceguera nos ofrecen un «YO SOY» extraño, imposible, incomprensible… pero a fin de cuentas YO MISMO.

Estoy en ti como tú en mi, y estamos en los demás, llevamos la misma esencia, puedo dañarte e incluso aniquilarte si no me detengo a escucharte, conocerte, comprenderte y a escucharme. Juntos podemos coexistir maravillosamente.

Más allá de una simbiosis, pues en ella hay una co-dependencia, pero si somos Uno… al nutrirte tu, yo ya no lo necesitare, pues seré tu mismo, claro que al yo descuidar mi parte tu sufrirás lo que yo, es ahí donde hemos de estar atentos a las señales de nuestros cuerpos y fortalecernos en casos de adversidades y nutrirnos en caso de tranquilidad y paz.

Es interesante verme ahí, con todo y este dolor de cabeza provocado para no olvidar la relevancia que le estas dando a esa película. Al poder de la Amistad. A ir más allá de uno mismo, con la confianza de no saber, de no esperar, de no seguir y quizá incluso de no desear… para vivir la Voluntad de DIOS – Vivir su manifestación en nosotros. No creo que estas elucubraciones estén enfocadas directamente al “yo creo” o al “tú me dices” al “yo me preocupo”, o al “tú sabes”; sino que hoy vivamos y atendamos nuestras necesidades cuando estas se acentúen; como la necesidad de compañía, el deseo de abusar combinándolo por un sueño de compartirnos en cuerpo y alma.

Como ayer que se me ocurrió que en un viaje en autobús me acompañaría una mujer soltera y agradable y “coincidió” que iba junto a una mujer, buena y de buen cuerpo, una tentación, más allá de toda plática era su cuerpo lo que deseaba, no su mente ni su posible agradabilidad, menos aun que estuviera soltera. Es cierto que superé mi previo reto al no tocar, al no mostrarme arduamente expresivo en el contacto, pero es eso y hasta las profundidades a lo que mi mente quería llegar. Pasando, mejor dicho saltando cualquier barrera o protocolo necesario para un mejor entendimiento mutuo. Pues era sin permiso y deseaba poseer y usar, ignorando el pedir o compartir mutuamente. Esa drástica línea, esa rara esencia que hay en el aire al contacto con el agua siempre esta unidos (¿y si sí lo están?, esto cuando uno está sobre el otro), y sin embargo siempre separados por ser mutuamente excluyentes (en definición) por esencia… y en un Todo llamado localmente Ecosistema y globalmente llamado Naturaleza y mas allá de toda comprensión humana llamado Dios.

No pienso que escribir debiera, pero hay demasiadas ideas revoloteando mi mente que no creo secuencia tenga pues a propósito de un “Algo” surgen y es el “respaldo” (background/subconsciente) mismo el que se expone a fin de que la censura lo contenga… previendo que alguna que me tenga como casto a ella llegue y se perturbe afectando su relación presente y futura entre ambos.

Límites, bebiendo llegue al punto en que aun se puede uno detener, pues la censura me retuvo para solo florecer la falta de sentido en el vocabulario siempre mordaz y no menos veces oportuno. Fumando, no creo estar interesado en afectarme por excesos. Mujeres, me provocan una sensación de falta de control; una vez manifestado mi sentimiento y mi pasión por mi sentir de que ha de volverse pura expresión irracional sin dominio del afecto por la vida de los demás.

Esa furia que en la mente tras contenerse tenga que apagarse, no porque sea lo mejor, sino porque así es como ha sido educada. Manifestándose libremente y sin felicidad, pero si con conveniencia. Ese maldito estado del “creo que está bien” en lugar del “sé que está bien”, pues convencido ha sido educado y lo he aceptado para mí… y para los demás llegado el momento del hervor hacia la conciencia del yo… con todos los que conmigo manifiestan pasión.

Este escrito ha estado próximo a perderse varias veces, en ese tiempo (2003) algunas de las preguntas eran (algunas parecen trascendentales):

  • ¿Por qué me dormí tanto tiempo?
  • ¿Por qué acepte y jugué un rol de inexistencia?
  • ¿Por qué soy bueno apoyando a cualquiera, por muy desconocido y por muy poco que de él/ella yo conozca?
  • ¿Por qué desperté de esa manera? Con la sensación de ver alrededor de mi incluso detrás de mi sin siquiera voltear… al mismo tiempo en que ella sale de ese auto… y sin saber interpretar eso… volvió a mí el velo de la inseguridad, la poca autosuficiencia o la autocompasión tras esa brusca sacudida de la Luz…
  • ¿Por qué veo psicología en la ciencia ficción?
  • ¿Por qué se me facilita explicar con ejemplos cualquier contexto de ciencia y de conocimiento?
  • ¿Será que aprendí pensando en poder algún día compartirlo con alguien?
  • ¿Alguien que estuviera tercero en la fila y que se sentiría muy bien al frente según mis perspectivas con esa insuficiencia informativa?
  • ¿Por qué no había expresado preguntas pertinentes (como decía un amigo) sobre mi?
  • ¿Seguiré creyendo que no hay quien me ayude con eso?
  • ¿Por qué no pienso en algún posible futuro en que nada sea como quiero controlar?
  • ¿Por qué aun acosándome y asediándome siempre me concedo una solución fácil de último minuto aun para la desidia?
  • ¿Por qué prefiero no apostar ni aun contra la certeza de ganar o de perder…? conociendo el alcance de mi participación y sin provocar mas allá de lo que de mi conozca… ¿me temeré tanto?
  • ¿Quién sería yo si no tuviera miedo?
  • ¿A cuántos les ‘refrescaría la memoria”?
  • ¿A cuántos abrazaría? ¿A cuántas besaría? ¿A cuántos perdonaría? ¿A cuántos les pediría perdón? ¿A cuántas le haría el amor sexualmente? ¿A cuántos adularia? ¿A cuántos sometería? ¿A cuántos lastimaría directa o indirectamente? ¿A cuántos orientaría?
  • ¿QUIEN SERIA ESE YO QUE YA SOY Y QUE NO LIBERO?
  • ¿Quién es el que soy?
  • ¿Quién soy?
  • ¿Cómo me lo dirás Dios? …
  • O solo lo sabré…

¿Cómo he de apreciar que en el siguiente trazo, en el siguiente pensamiento, su sonrisa me indicara que ese es el camino, su camino?

Se derecho al hablar.

Mejora tu habilidad de hablar a través del esfuerzo y dedicación.

Hablar en voz alta dentro de tu casa oportunamente, hasta hoy lo haces bien pensado, tratando de preparar o esperar provocar una reacción en los demás, y un posible seguimiento de tu parte… aplica esto a la conversación, si te es posible mírate en el espejo y busca las mejores expresiones para tu mensaje, sin perder la alternativa de ser derecho, de darle su lugar a tu invitado y esforzarte siempre en no perder tu optimismo.

Práctica siempre que puedas, plática solo, o frente al espejo, con perros, con gatos, peces… o incluso platícale al tarro (del libro «Trucos de la Mente Creativa») donde se almacena el azúcar, lo que sea que se te ocurra al respecto de la conversación o del conversante.

Vive, se tu mismo y hoy diviértete!

Yo Soy el que Soy…